Cuando el juego une: historias del 1er. Festival de Baloncesto Premini y Mini de Comfamiliar Risaralda.
El primer Festival de Baloncesto en categorías premini y mini, organizado por el área de Recreación y Deportes de Comfamiliar Risaralda, fue mucho más que una jornada deportiva. Durante dos días intensos, más de 300 niños y niñas de 8 clubes saltaron a la cancha llenos de energía y entusiasmo.
Desde el inicio, se vivió un ambiente festivo y especial, un ambiente que solo se encuentra cuando el deporte y la niñez se encuentran en un mismo lugar. Cada categoría tuvo su espacio, su momento.
Primero fue el turno de los 144 deportistas de la categoría premini. Algunos apenas podían con el uniforme, pero ya sabían perfectamente dónde estaba el aro y cual era el objetivo, marcar puntos y ganar. Después, los 186 deportistas de la categoría mini se tomaron la cancha, quienes con movimientos seguros y miradas decididas, nos brindaron encuentros llenos de estrategia, aprendizaje y mucha emoción.
Estos deportistas llegaron marcados por la ilusión, algunos viajaron desde nuestros municipios vecinos y otros arribaron desde otros departamentos. Con sus camisetas marcadas, sus porras preparadas y su espíritu competitivo activado, fueron los detalles que dejaron huella.
El objetivo de este festival desde su inicio fue fortalecer el baloncesto en nuestra región y abrir un espacio donde el juego limpio, la formación y la integración fueran protagonistas. Y así fue, los deportistas de los 8 clubes participante: Power de Manizales, Altavista de Pereira, Warriors Pablo Sexto de Dosquebradas, Hawks del Quindío, Belalcázar, Supía, Raptor de Pereira y Comfamiliar Risaralda, hicieron de cada partido una oportunidad para mejorar su técnica, fortalecer la confianza en el equipo, respetar a sus rivales y sobre todo celebrar cada punto como si fuera el primero.
Mientras los encuentros se disputaban entre clubes y el espíritu deportivo estaba en el aire, tras bambalinas había movimiento constante. El equipo de Recreación y Deportes de Comfamiliar Risaralda trabajaba en cada detalle para hacer de este festival un evento inolvidable. Desde la logística hasta las actividades recreativas que se organizaron paralelamente, todo estuvo pensado para que la experiencia fuera completa para los deportistas, entrenadores y acompañantes.
Además, se dispuso el Parque Consotá como recinto deportivo, del cual tres canchas fueron testigos de los encuentros, con partidos en simultáneo y sin interferencias, donde no faltaron las voces que llamaban a los equipos, los silbatos marcando el buen ritmo de juego, ni los aplausos y festejos desde las graderías.
En la premiación, logramos disfrutar del reconocimiento sincero a todos esos niños y niñas que dejaron todo en la cancha y el agradecimiento de todos los que hicieron posible el 1er Festival de Baloncesto mini y premini: entrenadores, organizadores de Recreación y Deportes, jueces, entrenadores, coordinadores, recreadores, liga de baloncesto, y padres de familia.
Este festival dejó algo más que resultados deportivos. Fue un reflejo del trabajo mancomunado de Comfamiliar Risaralda y sobre todo de su equipo de Recreación y Deportes, donde se adelantan significativos procesos formativos. Por eso, eventos como este recuerdan que el deporte, cuando se vive con el corazón, transforma.
