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Boletín

Las matemáticas a partir de un grano de café

Una de las materias que causa mayor dificultad de aprendizaje en los estudiantes es matemáticas, a tal punto que muchas personas se atreven a afirmar que los números no fueron hechos para todo el mundo, sin embargo, esta apreciación se lleva a la realidad de manera distinta gracias al taller brindado por Jornadas Escolares Complementarias JEC de Comfamiliar Risaralda, el cual está llegando hasta los lugares muy alejados del departamento.

Entre los colegios intervenidos por JEC se encuentra la Institución Educativa San Clemente de Guática, hasta allí llega todos los miércoles el profesor Carlos Fernando Valencia Jaramillo, con el objetivo que sus pequeños estudiantes, de una manera muy didáctica y apropiándola a su entorno, le tomen amor a esta materia, esencial en el desarrollo del ser humano.

Lo que Valencia ha denominado Matemáticas Asombrosas, se ha constituido en una manera diferente de aprender por medio de la realidad que viven los estudiantes día a día, y lo que encuentran en los lugares rurales que habitan. “Hemos tenido una experiencia bastante interesante con un producto nuestro como lo es el café, nuestra insignia en cuanto exportación. Le estamos haciendo una aplicación geométrica a un granito y un estudio con las herramientas matemáticas que los niños están manejando. Desde la realidad están viendo cómo se involucra esta herramienta con la naturaleza, y es significativo porque ello genera un impacto bastante interesante al llevar este conocimiento a la realidad”, expresó el profesor.

El método de enseñanza se basa en encontrar la geometría de cada uno de los objetos presentes en la naturaleza, con lo que los niños empiezan a descubrir las formas y las texturas, a las que posteriormente se le aplican elementos matemáticos como las unidades de medida, experiencia que lleva a que se apropien del conocimiento ya que lo sienten muy cerca.

Entre los instrumentos más utilizados por los niños en la clase de matemáticas se encuentra el calibrador pie de rey (instrumento de medición dotado de una escala y un cursor que desliza en él), que les ha servido para realizar medidas pequeñas como las del grano de café, ejemplo base para continuar su proceso de aprendizaje matemático.

Se nota el avance

Uno de los estudiantes más pilos de la clase de matemáticas de Jornadas Escolares Complementarias, es Euler Stiven Romero Trujillo, quien sin importar la distancia que tiene que recorrer (más de una hora a pie) entre la vereda Betania- La Cascada, y la escuela, siempre llega de primero al taller, al que le ha tomado mucho cariño por los avances que, no solo él sino sus
compañeritos, han tenido.

“Las clases son maravillosas, he aprendido a multiplicar y dividir con sumas muy largas, y a hacer la geometría de un grano de café. El profe Carlos nos ha enseñado a utilizar el calibrador pie de rey, y por lo menos a mí, con esta herramienta, se me han hecho las cosas más fáciles y me ha ido mejor en la clase normal que me dan aquí en el colegio”, afirmó Euler Stiven, estudiante
de quinto grado.

Las matemáticas contribuyen a la formación de valores en los niños, determinando sus actitudes y su conducta, sirviendo como patrones para guiar su vida, como un estilo para enfrentarse a la realidad de forma lógica y coherente, contribuyen a la búsqueda de la exactitud en los resultados, a la comprensión y expresión clara a través de la utilización de símbolos, adicionalmente aportan a la capacidad de abstracción, razonamiento, generalización y la percepción de la creatividad.

Y así lo ha entendido Celeste Aguirre Villada, otra de las estudiantes aventajadas del Taller de Matemáticas, quien aunque comenta que le ha gustado mucho esta materia, tenía algunas dificultades para entenderla, pero gracias al Taller, las inquietudes se han ido resolviendo.

“Siempre me han gustado las matemáticas, pero había cosas que no entendía, mediante las enseñanzas he ido comprendiendo y me he vuelto muy buena en clase, a tal punto que en la jornada escolar normal de mi colegio, la profesora me pone a enseñarle a mis otros compañeritos. Muchas veces lo que vemos en clase, ya lo conocemos gracias al taller, entonces sabemos de lo que nos están hablando”, agregó Celeste.

La motivación de los 60 niños que atiende Jornadas Escolares Complementarias en la Institución Educativa San Clemente es tan grande, que sin importar que la ruta del jeep que los lleva a su vereda los deje, ellos prefieren quedarse hasta el final de la clase para no perderse de las enseñanzas del mágico pero complejo mundo de las matemáticas.

“Cuando llegué encontré unos niños totalmente apáticos al área de matemáticas, pero después de que empezamos a vincular el entorno y a ver la manera cómo la podíamos aplicar y relacionarla con la realidad, entonces los niños empezaron a sentir y a expresar más tranquilidad, alegría y motivación. Es por esto que generalmente esperan con ansias a que yo llegue para empezar a trabajar con las distintas actividades”, concluyó Carlos Fernando Valencia Jaramillo.

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