Introducción
La sedación es una práctica utilizada frecuentemente para la realización de procedimientos
médicos y odontológicos invasivos y no invasivos, como diagnósticos por imagen, radiología
invasiva, cateterismos cardiacos, endoscopias.
Durante la valoración presedación es fundamental identificar a los pacientes con riesgo de
presentar eventos adversos, como son: los pacientes con riesgo cardiovascular, respiratorio o
de compromiso de la vía aérea; con enfermedad hepática o renal, obesidad mórbida, síndrome
de apnea obstructiva del sueno; con riesgo de broncoaspiración, antecedente de evento
adverso durante sedación previa, y los mayores de 75 anos de edad; en consecuencia, estos
pacientes y los demás clasificados como ASA IV/V, que tienen 5 a 7 veces más riesgo de
eventos adversos relacionados con la sedación comparado con los pacientes ASA I/II,
requerirán valoración y manejo por un especialista en anestesiología y en un escenario con las
condiciones adecuadas para manejar las complicaciones.
Recomendaciones trazadoras
1. La valoración pre anestésica se debe realizar a todos los pacientes que se someten a procedimientos diagnósticos o terapéuticos, exceptuando pacientes sin enfermedades sistémicas severas que requieran anestesia tópica o local.
2. Se debe establecer un mecanismo fiable para comunicar el resultado de la valoración preanestésica, incluidos los resultados de las pruebas paraclínicas y las instrucciones para la marcación del sitio quirúrgico, además de la identificación del paciente antes del procedimiento.
3. Se han descrito varias estrategias que, desde el punto de vista del anestesiólogo, disminuyen el riesgo de infección posoperatoria. Estas incluyen: Profilaxis antibiótica, Normotermia perioperatoria, Preparación adecuada de la piel, entre otras.