Introducción
La Infección Respiratoria Aguda (IRA) es un conjunto de enfermedades transmisibles auto limitadas que afectan el aparato respiratorio desde la nariz hasta el alvéolo. Son enfermedades frecuentes en la infancia, en promedio un niño menor de 5 años sufre un promedio de tres a seis episodios de IRA, frecuencia que no es influenciada por su ubicación geográfica o condición social.
Dentro de esta definición pueden incluirse cuadros clínicos que afectan la región superior del aparato respiratorio (IRAs alta) como: la rinitis aguda (resfriado común), la sinusitis, las infecciones del oído medio (otitis media aguda), la faringitis aguda o faringoamigdalitis, la epiglotitis, la laringitis. La mayoría de estas IRAs tiene una etiología viral: los rinovirus representan del 25% al 30%; virus sincitial respiratorio (RSV), virus de parainfluenza e influenza, metapneumovirus humano, y los adenovirus representan del 25% a 35%, corona virus y los virus no identificados representan del 35% al 50%.
En el caso de las IRAs bajas tipo neumonía, durante muchas décadas el virus del sarampión fue la causa de la mayor morbilidad y mortalidad por neumonía en niños de países en desarrollo, lugar del que fue desplazado gracias a la estrategia de vacunación. Hay una distribución de etiologías virales, que aunque está bajo revisión, propone que un 40% a un 50% de los casos de niños hospitalizados con neumonía en países desarrollados, son causados por agentes virales, entre los cuales el virus respiratorio sincitial con su comportamiento estacional es el más frecuente, seguido de la influenza virus tipo 3, adenovirus y el influenza A. Otros agentes responsables de la infección de las vías respiratorias inferiores incluyen coronavirus (síndrome respiratorio agudo severo), bocavirus entre otros.
Recomendaciones trazadoras
1. Se sugiere que pacientes con diagnóstico de neumonía y saturación de oxígeno menor del 92% deben hospitalizarse.
2. Se debe considerar toma de radiografía de tórax AP a las 72 horas de manejo, si el paciente tiene una respiración rápida y si persiste la fiebre, tenga o no una consolidación al ingreso.
3. No se recomienda uso de antitusígenos descongestionantes y mucolíticos en pacientes con neumonía.