Introducción
La rinitis alérgica es un problema de salud de alcance mundial, que afecta a todos los grupos étnicos en cualquier edad. En Estados Unidos se presenta en el 20% o 30% de los adultos y en cerca del 40% de los niños, afectando a 1 de cada 6 americanos y se constituye en la enfermedad crónica del sistema respiratorio más común.
En Colombia, según un estudio publicado en el 2004, la prevalencia de rinitis alérgica en la población general es del 22,6%. En la edad pediátrica tiene una predilección por el sexo masculino, sin embargo, en la adultez se iguala la prevalencia de la enfermedad por géneros.
Es importante conocer el diagnóstico y tratamiento adecuado de la afección, debido a su alta prevalencia, el impacto que tiene sobre la calidad de vida de los pacientes, en la productividad escolar y laboral y el impacto socioeconómico que ocasiona.
Un concepto importarte para tener en cuenta, en el abordaje de estos pacientes, es entender que se trata de una patología que no involucra solo la mucosa de las cavidades nasales, sino que es una manifestación de un proceso inflamatorio sistémico, que compromete tanto el epitelio respiratorio nasal como el bronquial. Esta relación entre las vías respiratorias superiores e inferiores, manifestada con la coexistencia de patologías como el asma y la rinitis alérgica, es lo que ha llevado a definir actualmente el concepto de “vía aérea única”, definitiva para entender por qué estas dos entidades comparten diversas características fisiopatológicas, clínicas y de tratamiento.
Recomendaciones trazadoras
1. Los esteroides nasales son el tratamiento de primera línea en rinitis alérgica.
2. No está indicado el uso de descongestionantes nasales (vasoconstrictores) en manejo de la rinitis alérgica.
3. El uso de Montelukast en rinitis alérgica solamente está indicado en pacientes con asma concomitante.